Las empresas reconocen la necesidad de adaptarse a los nuevos requisitos e incluso se ven presionadas para estos cambios por el gobierno, los consejos, los clientes y la sociedad civil.
El cambio climático afecta a nuestras vidas de diversas maneras, ya sea en la forma de transportarnos, en la elección de los alimentos o incluso a la hora de elegir los productos y servicios que adoptamos en nuestro día a día. No por casualidad, muchas empresas ya son conscientes de las transformaciones actuales y futuras que pueden exigir adaptaciones en sus rutinas.
Casi todas las empresas – el 97% – afirman sentir ya el impacto del cambio climático en sus operaciones, según una encuesta realizada por Deloitte entre ejecutivos de todo el mundo. Citan las cinco razones principales de esta afirmación:
– El 48% cita impactos operativos debidos a catástrofes naturales;
– El 47% menciona incertidumbres normativas y/o políticas, que afectan al sector del cumplimiento;
– El 42% señala la presión de la sociedad civil para que se realicen adaptaciones; – el 40% afirma tener que modificar sus procesos industriales;
– El 40% afirma que la mitigación del cambio climático supone un coste para la empresa.
Existe la percepción de que la búsqueda de la neutralización del carbono se convierte en una necesidad para todo tipo de empresa. Está claro que hay segmentos más agresivos al medio ambiente, que exigen mayores cuidados y, por eso, optan por invertir en sellos de carbono o actuar voluntariamente en el mercado de carbono.
Una presión para el cambio
Como hemos mostrado en este artículo, se espera que las inversiones ESG alcancen los 50 billones de dólares en 2025, lo que representa más de un tercio de los activos gestionados en todo el mundo.
En otras palabras, para acceder a estos recursos, muchas organizaciones tendrán que hacer adaptaciones en varias etapas de su negocio, con el objetivo de evitar problemas de reputación y actuar eficazmente contra el cambio climático.
En opinión de los ejecutivos consultados por Deloitte, la presión para realizar ajustes operativos procede de varios frentes. Los cinco más citados fueron:
- El 77% señala al gobierno o a los organismos reguladores;
- Tanto los consejos de administración como los clientes aparecen con el 75% de las menciones;
- El 72% cita a la sociedad civil organizada, como ONG, prensa y activistas;
- El 71% señala como requisito a los propios inversores.
Otros temas mencionados son los competidores o pares (66%), los empleados (65%) y los bancos o empresas que proporcionan recursos (55%).
¿Qué hacen en la práctica contra el cambio climático?
Los directivos reconocen la necesidad de introducir ajustes en sus organizaciones para combatir el cambio climático y se ven presionados en esta dirección. Pero, ¿qué cambios se están produciendo en la práctica dentro de las empresas?
Las iniciativas más recurrentes fueron:
- El 67% apunta a la adopción de materiales sostenibles, basados en el reciclaje, la baja emisión de carbono, el uso de energías renovables;
- El 66% busca fórmulas para aumentar la eficiencia energética, con inversión en plantas más eficientes y en generación propia a través de energía solar y eólica;
- El 57% invirtió en equipos con menor consumo energético y que generan menos impacto en el medio ambiente;
- También el 57% afirma invertir en formación y capacitación para sus empleados;
- El 55% redujo el volumen de viajes en avión tras la pandemia.
Las empresas afirman, sin embargo, que hay varias cuestiones que son más complejas de adoptar. En este sentido, el desarrollo de nuevos productos o servicios «respetuosos con el medio ambiente» es el más citado, con un 49%, seguido del desarrollo de proveedores con normas sostenibles (46%), la actualización o el cambio de instalaciones debido al cambio climático (44%).
¿Cuáles son los beneficios de esta inversión?
Es evidente que la inversión de recursos en este sector también genera beneficios para la empresa. Los más mencionados fueron:
- Reconocimiento de la marca y mejora de la reputación, con un 49% de menciones;
- Cumplimiento de las expectativas de los clientes (46%);
- Hacer frente al cambio climático (43%);
- Mejora de la moral de los empleados (42%);
- Innovación derivada de las operaciones (39%).
Para obtener este tipo de resultado, las empresas superan varios obstáculos, como la dificultad de medir su impacto medioambiental, citada por el 30% de los ejecutivos – una calculadora puede ayudar a determinar el volumen de emisión de carbono. Con un 27%, aparecen empatadas otras dos razones: la falta de una cadena que apoye estas actividades y el coste de estas contribuciones.
Aunque haya recursos disponibles, interés de las empresas e incluso presión de la sociedad civil, las transformaciones para hacer frente al cambio climático siguen dependiendo de la aparición de productos y servicios alineados con esta necesidad. En muchos casos, esto exige tiempo para que toda la cadena productiva se organice.